Hace 10 años | Por trebol-a a hotelpalestina.com
Publicado hace 10 años por trebol-a a hotelpalestina.com

Hasta los vigilantes fronterizos de Lampedusa, acostumbrados a los naufragios, lloraban a lágrima viva al llegar a puerto. La diferencia, esta vez, era el número de víctimas. Tres centenares de personas habían muerto al naufragar una barcaza. Entre las víctimas había mujeres embarazadas y muchos niños. Algunos, con zapatos nuevos, un doloroso símbolo de esperanza en una vida mejor. Demasiado triste incluso para los equipos de salvamento.

Comentarios

ﻞαʋιҽɾαẞ

#0 Yo diría que es "una" vergüenza.

TocTocToc

#1 Yo diría que es "una" error.

trebol-a

#1 #2 gracias!

Epona

Es una vergüenza que mueran a unas brazadas escasas de nuestra tierra cientos de víctimas inocentes de los mayores horrores que imaginar podamos. En vez de crear pasillos humanitarios y proteger a estos seres humanos que huyen del infierno sufrido, tejemos leyes y barreras para que mueran lejos de nuestra vista. Sobre todo es vergonzoso que lloriqueemos por las víctimas en Lampedusa, cuando aquí no queremos ver lo que ocurre en las vallas de Melilla, en Ceuta y en pateras y cayucos en las islas y en las costas peninsulares. Y preferimos no saber lo que pasa en los centros de internamiento de inmigrantes, verdad?

trebol-a

#4 sí, y fíjate como está el tema que DOS DÍAS después de haber muerto 300 personas, antes incluso de que se hayan recuperado los cadáveres la noticia ya es "cansina". Da un poco miedo y bastante vergüenza de lo que se cansa el personal, y si te pones a mirar "de lo que no se cansa" entonces ya puede darte la risa.