Publicado hace 10 años por Bender_Rodriguez a arquehistoria.com

Las luchas de gladiadores eran la estrella de los espectáculos con los que el poder agasajaba al pueblo de Roma y le mantenía alejado de posibles rebeliones. Pero, dentro de aquellos monumentales festejos, la plebe gozaba también con la contemplación de fieros animales que, gracias a la extensión del Imperio, podían ir desde tigres o leones, los más vistos en la películas del género peplum, hasta otros animales más exóticos como jirafas, cocodrilos, elefantes, osos, hipopótamos o rinocerontes.

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Hoy el fútbol y los toros sustituyen las luchas de gladiadores, para mantener al pueblo aborregado.