Hace 12 años | Por paulot a noticiasec.terra.com.ec
Publicado hace 12 años por paulot a noticiasec.terra.com.ec

Era un día normal, cuando el ciudadano norteamericano Michael Woolman, asistió al hospital Baylor en el estado de Nebraska, para realizarse una cirugía menor: de amígdalas y senos paranasales. Como era de esperar todo salió bien. Bueno, casi todo, porque una vez terminada la intervención, Woolman descubrió consternado que su médico tratante le había introducido un dispositivo GPS de rastreo.

Comentarios

Rompe-y-RaSGAE

Si llega a ir por una cirugía mayor le meten un satélite espía por el...

oso_69

Dramatización de lo comentado por #1



Edito:

"Completada la operación, Woolman fue al baño del hospital, donde descubrió que su axila estaba sangrando de manera inusual. Aunque en ese momento le restó importancia, más tarde y en su casa, descubrió el GPS implantado en su cuerpo, tal como se hace con algunos presos de dicho estado, pero esta vez, sin el consentimiento de su portador."

Las amigdalas están en la garganta, y los senos paranasales en la cara (lo he buscado
. ¿Cómo justificó el médico la herida de la axila?

D

Desde luego este tio si que sabe hacerse un buen update al último firmware.

D

Empezó a sospechar porque oía una voz que decía: "Al salir del cuarto de baño, gire a la izquierda".

D

Bah, tonterías. Ahora lo que se lleva es el RFID.