Ultras del equipo de fútbol del club San José de Oruro, hicieron estallar un cartucho de dinamita que abrió un enorme hueco en la pista atlética. No es la primera vez que sucede esto. El año pasado, durante el partido con Wilstermann, se registró una explosión similar, que dañó otro sector de la misma pista.
Eso es como para hacer que el equipo juegue a puerta cerrada una temporada entera. Y a ver si son más rigurosos al controlar la entrada de gente, porque si no un día va a morir alguien y entonces la culpa será de Santa Bárbara
#4 Dime cómo controlas que no metan cartuchos de dimanita en un estadio. Recuerda que en un estadio de 50.000 personas no puedes hacer que pasen todas por detector de metales, perro anti-explosivos, cacheo, control de tickets... no se, lo veo muy complicado.
#5 Teniendo controles lo suficientemente exhaustivos de forma aleatoria como para que a nadie se le ocurra intentarlo, y al que pillen, que hagan escarmiento con él. Eso sólo para empezar. También puedes registrar a los de los grupos ultras en cada partido. No es popular, pero es más efectivo que no hacer nada en absoluto.
Comentarios
Anda, dinamita en cartuchos, qué práctico.
Esto son ultras de verdad y no lo que hay por otros lares. Joder que animales.
Hay que ser muy, pero que muy asnos.
Eso es como para hacer que el equipo juegue a puerta cerrada una temporada entera. Y a ver si son más rigurosos al controlar la entrada de gente, porque si no un día va a morir alguien y entonces la culpa será de Santa Bárbara
#4 Dime cómo controlas que no metan cartuchos de dimanita en un estadio. Recuerda que en un estadio de 50.000 personas no puedes hacer que pasen todas por detector de metales, perro anti-explosivos, cacheo, control de tickets... no se, lo veo muy complicado.
Estos a los ultrassubnormales se los comen a bocaos
#5 Teniendo controles lo suficientemente exhaustivos de forma aleatoria como para que a nadie se le ocurra intentarlo, y al que pillen, que hagan escarmiento con él. Eso sólo para empezar. También puedes registrar a los de los grupos ultras en cada partido. No es popular, pero es más efectivo que no hacer nada en absoluto.