Ser publicista es muy divertido. Por la mañana estamos vendiendo pañales, al medio día, atún, y en la noche, un poderoso Audi con cientos de miles de caballos de fuerza bajo el cofre. Tenemos que pensar en cómo pensaría la clásica señora en tubos o en cómo pensaría un adolescente lleno de temores y ansiedades. Hasta aquí, todo parece felicidad. Sin embargo, también hay una parte oscura.
Comentarios
Así os quedan esa mierda de anuncios que hacéis.
#1 Un claro caso de "consejos vendo..."
Vendo Opel Corsa
"...un poderoso Audi con cientos de miles de caballos de fuerza". Cágate lorito.