Hace 13 años | Por Kropotkin a imaginaria.org
Publicado hace 13 años por Kropotkin a imaginaria.org

Érase que se era una vez un cactus alto y delgado que crecía en las tierras de Perú, el Ecuador y Bolivia. Antes de que los europeos llegaran por esas latitudes los nativos lo conocían con el nombre de achuma; al producirse la cristianización todos ellos —excepto los curas— lo vieron claro: si el apóstol Pedro tenía las llaves del cielo, entonces ese cactus era su san Pedro, pues él también guardaba las llaves que daban acceso a los reinos celestiales —a veces previo paso por los infernales—.

Comentarios

Kropotkin

Creo firmemente que el poder de nuestra mente es superior al que utilizamos en nuestra vida diaria, estoy seguro que nuestra mente descansa en un estado de letargo a la espera de que la despertemos y descubramos quiénes somos y para qué estamos en este mundo...

Kropotkin

los alucinógenos, pues te ayudan... le podrías preguntar sino a las etnias oriundas peruanas por ejemplo, si se levantan en un psiquiatrico o no, al usar estas plantas en sus viajes de autoconocimiento...

D

¿A base de alucinógenos? te despertarás en un centro psiquiátrico, eso si .