Así como una dictadura puede allanar una casa de radio y quitarle sus equipos, en Internet podrían hacer lo mismo de no tomar conciencia de la situación. No sólo que los proveedores de Internet son apropiados por una clase oligárquica y burguesa en forma de multinacionales, sino que la mayoría de los sitios Webs, páginas, Chats, se encuentran en servidores que físicamente ubicados en territorio de EEUU, "legalizando" con ello toda acción de espionaje o infiltración, bajo el formalismo de la "seguridad nacional".