En muchos países en desarrollo la enfermedad mental se interpreta como producto de un mal de ojo o posesión. En muchos casos se inmoviliza al paciente, encadenándolo a un tronco o piedra para que no pueda moverse. Y para no escuchar sus voces, generalmente se busca un lugar suficientemente apartado del pueblo. En el Africa subsahariana los enfermos pueden pasar meses e incluso años atados a un tronco. Una iniciativa para que psiquiatras "sin fronteras" españoles colaboren en sudamérica y África se inicia en Madrid este martes 26 de enero.
Comentarios
Gran iniciativa.
En los países desarrollados la cosa está ligeramente mejor, pero no está para tirar cohetes.
Es dificilísimo conseguir que se interne a una persona (aunque sea un peligro para si mismo o para los demás), siguen estadno marginados en cuanto a oportunidades laborales, siguen siendo objeto de escarnio y burla, siguen siendo incomprendidos (nunca habeis oído que la depresión viene de falta de voluntad o que los deprimidos se curarían si quisieran?), siguen existiendo muchos tópicos falsos sobre su conducta...