Hace 10 años | Por Tony_Curtis a idealista.com
Publicado hace 10 años por Tony_Curtis a idealista.com

En 1944 Oskar Schindler decidió trasladar su fábrica de la deutsche emailwarenfabrik (def) desde Cracovia a la pequeña localidad checa de Brnenec. Se llevó consigo y salvó del exterminio a sus 1.200 trabajadores judíos. Aquel edificio está hoy en ruinas y a la venta para que un inversor pueda hacerse con él, rehabilitarlo y, por qué no, convertirlo en un museo del Holocausto. El precio, dos millones de euros.

Comentarios

chemari

En Idealista siguen sin conocer las mayúsculas porque son muy modernos. Ahi va mi negativo.