Hace 15 años | Por ajulipi a poderato.com
Publicado hace 15 años por ajulipi a poderato.com

Cuando la palabra se queda vacía de contenido porque importa más el decir que el qué decir, las voces de los otros se convierten en ruidos amorfos que no se sabe ni de dónde vienen ni a dónde van. El miedo a la incomunicación es comparable a la experiencia del abismo, donde el vacío que se abre debajo de los pies o nos empuja a tirarnos hacia delante, o a salir huyendo porque la profundidad y la sensación de perder pie se hace insoportable.