Un estudio analiza y cuestiona los supuestos beneficios que dejan los hoteles "todo incluido" en la zona del Caribe mexicano porque aunque "el turismo está considerado como una de las industrias que aporta mayor ingreso económico a México, muchas veces se sobrevaloran sus beneficios y se dejan de considerar los impactos negativos que éste tiene sobre el área local donde se encuentra". El estudio se centra en el complejo Bahía Príncipe Riviera Maya, paradigma de los hoteles todo incluido de inversión española en su mayoría.
Comentarios
yo personalmente fui hace 3 años a la riviera Maya.. pero donde menos estuvimos fue en el hotel, para ser sinceros. Recorrimos todo el Yucatán y disfrutamos de la auténtica comida yucateca.. vimos montón de sitios preciosos, hablamos con mucha gente. Y al final, donde mejor lo pasamos, fue donde menos turistas había.
Y todo esto por nuestra cuenta, con un coche alquilado y el resto, con libros guías y preguntando a los lugareños.
Ma perece ridículo ir a un hotel, pegarte el día dentro, 10 días seguidos, poniéndote hasta arriba de alcohol barato (en cuanto a calidad), y luego salir en un autobús enorme en una visita guiada por el mismo personal del hotel.
En el caso del Yucatán, no se veía probeza realmente.. sí mucha gente humilde con casitas y tal, pero miserias no se veía.. Y realmente los hoteles les dan mucho trabajo.. pero no se hasta que punto están bien pagados o no..
Muy buen artículo, bastante completo, pero no hace falta irse tan lejos para ver los efectos del "todo incluido". En el sur de Gran Canaria todas las semanas cierra un par de negocios, del sector servicios, y aunque se supone que hay una moratoria no dejan de proyectarse más macrohoteles. Quizás esa gente crea que conoce las islas, pero se equivoca. Los pequeños negocios languidecen hasta desaparecer por todas partes y al final la única excusa para que se llenen los apartamentos, vendan en los supermercados o kioskos de barrio son las fiestas señaladas.
No se quien ganará, pero el claro perdedor es el hígado.
Está muy bien el artículo. Personalmente, esa forma de turismo me parece ridícula y muy poco ética. No me parece bien ir a una zona deprimida a pasar mis vacaciones en mi jaula de oro de máxima seguridad mientas a pocos kilómetros la gente no tiene para comer.
¿Los fabricantes de las pulseritas...?
¿mi hija que no tiene fondo?