Lao Tse decía que las personas son iguales en todas partes. Cuando están sanas y felices, se tratan entre sí amablemente y con respeto de manera natural. Cuando están hambrientas y oprimidas, se vuelven naturalmente crueles y revoltosas. Puesto que la mayoría de los gobernantes mantiene a sus súbditos más o menos en un estado permanente de hambre y opresión, les resulta necesario imponer desde arriba las antinaturales trabas de la ley y el castigo para conservar su propia supremacía. Y, más ridículo todavía, para justificar su privilegiada posición se presentan ante el pueblo como personas de
moralidad superior.
Comentarios
Madre mía, si ese sujeto es un psicópata de libro, la va a liar parda y a matar inocentes.
Lao Tse decía que las personas son iguales en todas partes. Cuando están sanas y felices, se tratan entre sí amablemente y con respeto de manera natural. Cuando están hambrientas y oprimidas, se vuelven naturalmente crueles y revoltosas. Puesto que la mayoría de los gobernantes mantiene a sus súbditos más o menos en un estado permanente de hambre y opresión, les resulta necesario imponer desde arriba las antinaturales trabas de la ley y el castigo para conservar su propia supremacía. Y, más ridículo todavía, para justificar su privilegiada posición se presentan ante el pueblo como personas de
moralidad superior.