Hace 12 años | Por --246223-- a rosamariaartal.com
Publicado hace 12 años por --246223-- a rosamariaartal.com

Hubo un tiempo en el que el monarca absoluto sólo respondía ante Dios de sus acciones, por muy arbitrarias que éstas fueran. La Era moderna incorporó como punto esencial de progreso la asunción de responsabilidades. Aquel liberalismo primigenio, pegado a la burguesía, que luchaba por conseguir “libertad, igualdad y fraternidad” trajo consigo un trascendental cambio de paradigma. Cierto que inseguros peleles llamarían de inmediato a un Napoleón como dios manda para aferrarse a viejos protectorados, pero ya nada volvió a ser lo mismo.