Hace 13 años | Por palmirallano a lavozdegalicia.es
Publicado hace 13 años por palmirallano a lavozdegalicia.es

El alcalde de Vigo entró ayer en la sala de prensa de la primera planta del Concello. Se situó detrás del atril, con el gesto grave, cerró los ojos, tomó aire y proclamó: «Mi socio de gobierno y yo hemos hecho una revista con fines electorales. Ha costado miles de euros. El Concello de Vigo la ha pagado con el dinero de todos los vigueses. Y, lo confieso, eso no puede ser. Así que hemos pedido...

Comentarios

K

La noticia, aunque digna de mención (no vamos a quitar mérito al compañero meneador), da asco en todos los sentidos: en lo político por lo de siempre (oscurantismo, cuentas poco claras, evasión de responsabilidades...) y en lo mediático, porque, como cada año que hay elecciones, La Voz empieza a barrer para la derecha de tal forma que hasta un folleto de ofertas del supermercado le gana en objetividad.
¿Qué criterio va a tener la gente con semejante compinche de sinvergüenzas?

antoniojgarcia

Más de lo mismo. Hay que acabar con esto ya.

ayatolah

No estoy empadronado en Vigo, pero si que vivo en Vigo.
Hechos como estos hacen que no me piense en empadronarme, me parece escandalosa esta forma de gastar el dinero. Por supuesto que si intentasen conseguir mi voto con esta campaña publicitaria pagada con dinero público, en mi caso conseguirían justo lo contrario: no votaría a alguien que no sabe invertir el dinero público.

Para comunicar algo a los ciudadanos ya está el BOE, el DOGA y el BOP.

r

La verdad es que lo de vigo es una vergüenza, con lo de los cartelitos de Alcaldia el PSOE lleva cuatro años pagandose la campaña, igual que el BNG con los de Tenencia de alcaldia y el PP con el dinero del puerto. Antes de las últimas elecciones Corina Porro hizo lo mismo que está haciendo ahora Caballero, (a mi me llegaron en periodo electoral cartas a mi nombre del ayuntamiento diciendo que el PP iba a humanizar mi calle dejándola espectacular ...) En Vigo ya han gobernado los tres, y los tres lo han hecho mintiendo de una manera vergonzosa.