Hace 12 años | Por JulioGarcia a blogs.publico.es
Publicado hace 12 años por JulioGarcia a blogs.publico.es

Cuando los coches con aire acondicionado no existían y ni Isaac Asimov hablaba de climatizadores, los conductores descubrieron que un cartón que cubriera el parabrisas evitaba abrasarse las manos al tocar el volante tras dejar el automóvil al sol más de la cuenta. Es cierto que no evitaba la sofoquina, pero vestía mucho llevar uno con publicidad del Bar Paco. Gambas y torreznos.