En la época medieval los cargos públicos se obtenían por concesión graciosa del todopoderoso señor feudal, a cambio de inquebrantable fidelidad y sumisión. Con el advenimiento del Estado Moderno y de la Ilustración, los cargos públicos se obtenían de forma venal: se adquirían, transmitían y heredaban. Este modelo de función pública, patrimonialista, rudimentario, no defendía los intereses públicos, sino, más bien, los de la Autoridad, Jerarca o Gobernante.
Comentarios
El porqué de la ortografía
Amén... ahora solo hace falta que entre dentro de unas cuantas cabecitas
Es decir quE las técnicas de ingreso parae los cargos políticos no han cambiado desde aquel entonces. Son anti democráticos.
Los cargos de designación política son un cáncer de la administración. Metes al amiguete del partido en tal cargo aunque no tenga ni idea de la labor que va a tener que desempeñar y no tenga la cualificación profesional necesaria, o sea que el trabajo se lo tendrá que hacer un funcionario, con un perfil más técnico que si que tendrá los conocimientos necesarios. Para eso eliminas al político parásito y dejas al que sabe y se gana el sueldo.
Después de leer el largo y entretenido artículo. Muy bien de acuerdo. Entonces si un funcionario con unas condiciones estables es una garantía de un buen servicio público. Un empleado público que trabaja para una empresa pública no funcionario con un empleo precario no es garantía de un buen servicio público. O seguridad para todos o seguridad para ninguno. Pero este intento de segregar los trabajadores en dos categorías no es bueno para ninguno. Justificar solo el interés de unos es dañino para todos.
Y cito: "La permanencia del funcionario en el empleo no debe depender de la correspondiente Autoridad o responsable" Yo la englobaría para todos los trabajadores, que como ellos, después de tediosos procesos de selección y sacrificios hemos conseguido un puesto de trabajo que creíamos estable gracias a interminables revoluciones y luchas por que al fin y al cabo todos deberíamos tener los mismos derechos y no depender de los caprichos del gobierno de turno.