Llegó a Cataluña, como muchas víctimas de la prostitución, engañada con una falsa promesa de trabajo de camarera, en este caso en Lloret de Mar. Pero una vez aquí, su proxeneta, un hombre rumano de 26 años, le rompió el pasaporte, la arrolló y le anunció que a partir de entonces trabajaría como prostituta. La siguió maltratando y violando. Su proxeneta y maltratador fue detenido finalmente por la policía en Lloret de Mar.
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Y sus servicios serían anunciados en "respetables" periódicos como ABC, El Mundo o El País
Ya está liberada! con eso la vida resuelta!
Que se marchen los rumanos mafiosos cristianos y paletos. Que se queden las rumanas buenorras.
Cuando legalicen el sector, vendrán explotadas, eso sí, con un contrato de trabajo y dos hostias.