Mantener la biodiversidad a escala global es necesario no solo para garantizar el equilibrio de todos los ecosistemas, sino también para garantizar nuestro futuro como especie. Las noticias sobre la degradación del medio ambiente en general, o de algún ecosistema en particular, saltan a la palestra un día si y otro también. El tiempo que permanecen en nuestras neuronas es directamente proporcional al compromiso de cada uno de nosotros con el el entorno en que vivimos. Ahora le toca a los oceanos.