Hace 11 años | Por mirkeph a nytimes.com
Publicado hace 11 años por mirkeph a nytimes.com

Jerry DeWitt era pastor en la localidad de DeRidder, un pequeño pueblo justo en el corazón del llamado 'Cinturón Bíblico' estadounidense, hasta que un día ya no pudo ocultar su incredulidad ante los acontecimientos que acompañaban su vida.

Comentarios

gustavocarra

Se dice que Benedicta XVI corre sonámbula por los pasillos del palacio apostólico en pijama gritando ¡¡Soy ateo!!

No quiero ni imaginarme la cantidad de clérigos y religiosos que en realidad son ateos, pero que se quedan donde están porque tienen trabajo fijo.

Guanarteme

Un antiguo cristiano que por fin vio la luz.

DexterMorgan

#2

Si, y a qué precio.
Despedido de su trabajo en la construcción y separado de su mujer.
Lo que viene siendo el amor y la tolerancia cristiana, vaya.

s

Me daría auténtico miedo vivir en un pueblo repleto de fanáticos religiosos. Esto tiene pinta de historia que acaba mal.