El congreso federal del PSOE no será sólo una cita para dirimir quién dirige el partido, sino el comienzo de una larga noche de cuchillos largos en la que los partidarios de Pérez Rubalcaba, que se dan ya como mayoritarios en Andalucía, según el recuento de los congresos celebrados –sólo falta Málaga-, quieren cobrarse la cabeza de Griñán, si resultan ganadores en la cita de febrero. Guerra civil en el PSOE: la batalla de los delegados divide Andalucía, Madrid y Valencia