No puede ser fruto de la casualidad ni de los baremos de la cualificación profesional, sino más bien de los compromisos políticos de un presidente, Rafael Louzán, que, bordeando los límites de las competencias que tiene atribuidas como máximo responsable de la Diputación de Pontevedra, ha elegido por mayoría a gente de su pueblo para cubrir puestos de confianza y aquellas plazas que parecen hechas a la carta para sus vecinos más incondicionales.
Comentarios
habrá que ir sacando el carnet del Partido ¿no?
que mas confianza que su familia y sus amigos, sino puede tener confianza con ellos con quien
#2 Con nadie. Si quiere enchufar a la familia me parece muy bien siempre que lo pague de su bolsillo.
Los cargos "de confianza" deberían estar prohibidos.
#3 no te enfades que era una ironia
Son enchufados, los políticos utilizan su influencia y muchas veces el recomendado carece de méritos para acceder al puesto, así nos va.
Desgraciadamente en Galicia padecemos ya una metástasis con estos trapos sucios. ("Séculos escuros...").