Publicado hace 17 años por Chepylandia a almacenoticias.blogspot.com

El cortejo fúnebre, enarbolando banderas palestinas y fusiles automáticos como manda la liturgia, se dirigía a dar sagrada sepultura a unos de sus héroes. Cuando de pronto, la impericia de los porteadores hizo que el muerto cayera al suelo, entonces ocurrió el prodigio: El finado se levantó, cual Lázaro con turbante y se volvió a subir al catafalco con total normalidad.