Con cierta frecuencia, sobre todo en la política norteamericana, salta a los medios de comunicación escándalos donde se mezclan vida privada-cargo público, muchos de ellos relacionados con la homosexualidad. El 'outing' surgió en los años ochenta, cuando grupos de homosexuales, cansados de la persecución pública, judicial y legislativa por su condición sexual, se decidieron a sacar a rastras del armario a personalidades relevantes del mundo de la política, la judicatura o los medios de comunicación.
Comentarios
La vida privada es, por definición, privada. No me importan en absoluto las preferencias sexuales de este señor y no tengo nada que decir sobre las mismas.
Lo importante en este caso es el gasto suntuario de fondos públicos no justificables que ha realizado y la nula responsabilidad que asume por ello.
#1 En este caso, por tanto, creo que se dan las dos condiciones para no caer en la manida salvaguardia de la vida privada de los cargos públicos: el señor Dívar, en el ejercicio de su cargo institucional se ha manifestado públicamente y en privado contra la igualdad legal de los homosexuales, haciendo ostentación pública y permanente de su alta religiosidad y seguimiento de las doctrinas de la Santa Madre Iglesia Católica, cuando, al parecer, en su vida privada le mueven otros gustos; y en segundo lugar, al negarse a dar explicaciones públicas sobre lo que hace con el dinero de todos, pues resulta que abre la puerta a que la opinión pública se pregunte e indague cuándo, cómo, dónde y con quién se zampa las ostras y los percebes su Excelentísimo Señor. Vamos, como dice Calleja, "la hipocresía elevada al cubo".
#1 Xacto. Mi cabreo sería igual si este "señor" cenó con una oveja a costa de mis impuestos. Encima se niega a justificar sus gastos de "empresa"
#1 Estaría de acuerdo, de no ser porque sospecho que el resto de los jueces conocen perfectamente esto y que es el verdadero motivo por el que no han querido investigar más. Es decir, se cubren las espaldas entre ellos y no quieren hacer pasar a su "amigo" la vergüenza y el escarnio públicos de ser el enésimo caso de homófobo ultracatólico ultrahipócrita.
#1 Es que la causa de que una y otra vez se eche tierra sobre el asunto es precisamente esa: sus preferencias sexuales. Por ocultarlas ante los que se puedan escandalizar se va a dejar que se vaya de rositas habiendo gastado dinero en público para fines privados. Impunidad absoluta.
Tenía toda la pinta.