Aunque parece un simple peluche, este robot terapéutico desarrollado por Fujitsu está diseñado para motivar a los niños y estimular a los ancianos con problemas psicológicos o enfermedades crónicas graves. Debajo de su piel de felpa, este simpático oso dispone de doce sensores distribuidos por todo el cuerpo que le hacen sensible a las caricias; mientras que una cámara situada en su nariz le permite identificar a las personas que interactúan con él.
Comentarios
¿Veremos pronto algo así?
¿Peluches para los ancianos? Mis abuelos con unas cartas y el dominó son bastantes felices.