Análisis de J. Ortiz de diferentes situaciones en las que una abrumadora mayoría expresa una opinión basada, en el mejor de los casos, en informaciones sesgadas. Del artículo: "Casi todos los interrogados admitían que no habían leído el texto que se va a votar y que apenas sabían nada sobre su contenido, lo que no les impedía decir a continuación que acudirán disciplinadamente a las urnas. [...] Las encuestas representan, la mayor parte de las veces, meros ejercicios de comprobación de la eficacia de su trabajo previo de adoctrinamiento".
Comentarios
Ésta es la parte que más me ha gustado:
"«A distinguir me paro las voces de los ecos», escribió Antonio Machado en su célebre Retrato. Resulta desalentador comprobar qué pocas voces hay, y cuántos ecos. Son muchísimos los ciudadanos que oyen lo que se dice –lo que expanden desde las tribunas mediáticas los fabricantes de ideología dominante– y se limitan a repetirlo lo mejor que pueden, renunciando a acudir a las fuentes para hacerse un criterio propio, de primera mano. Y creen que tienen voz, cuando son sólo ecos."
Sin eso...
Por fin alguien lo dice, y lo hace con tanta claridad. Yo extendería la reflexión a casi todo lo que se cuece en los medios, desde las guerras de partidos al cambio climático. Para enmarcar.
Una de las etiquetas nos dá pistas sobre la raíz del problema: rebaño.
Estaba leyendo hace poco el enlace de las leyes de Murphy, algunas se referían precisamente al tema de la opinión.
Mientras menos sepas de algo, más opinarás.
Mientras menos argumentos tenga tu opinión, más alto la dirás.
y mi preferida... Una partícula que se desplaza, buscará el ojo más próximo.
Esta última no viene a cuento pero tampoco me apetece amargarme por el rebañismo