Los relatos, dirigidos a niños de entre cuatro y nueve años, se distribuyen desde hace tiempo en España y ahora dan el salto a algunos países del continente americano en los que la homofobia está especialmente arraigada. La organización denuncia que ha encontrado problemas para llevar la iniciativa a Venezuela.
Comentarios
Buena iniciativa, estoy harta de que la Cenicienta espere a un principe feo en vez de a una princesa guapa