A la complicada situación en Lérida se suma la posición beligerante que ha asumido la Generalitat de Cataluña. El consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras, ya se ha manifestado varias veces señalando que va a bloquear la devolución a Aragón de las piezas. Además, desde el Gobierno catalán se habría trasladado el mensaje de que en ningún caso van a dejarse influir por el plazo marcado de 30 días.
No tengo mucha idea del caso pero tengo clara una cosa: en un país libre y democrático, como Catalunya, es el poder civil quien decide, no el religioso. Y si el Conseller de Cultura toma una decisión, sólo puede hacerlo amparado por la Ley, ajustándose a Derecho y no a inspiraciones divinas, vía obispados católicos.
No nos olvidemos que el pacto era sobre como cumplir las reiteradas sentencias que obligan a la devolución de los bienes (113 obras de arte religioso procedentes de diversas parroquias oscenses) a Aragón.
#3 Todo eso es muy bonito, y tiene algo de sentido, pero en otro país libre y democrático como Aragón se están utilizando los cauces legales actuales, y no los ideales o quiméricos, para reclamar el derecho que le asiste, lo que es suyo, y no otro tipo de poderes más utilizados por otros paises, como la presión económica, política, social o mediática, o directamente, el compadreo.
¿Que estaría ocurriendo si fuesen obras arrancadas, pignoradas o, simplemente originarias de parroquias de Lérida en un museo de Huesca?
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No tengo mucha idea del caso pero tengo clara una cosa: en un país libre y democrático, como Catalunya, es el poder civil quien decide, no el religioso. Y si el Conseller de Cultura toma una decisión, sólo puede hacerlo amparado por la Ley, ajustándose a Derecho y no a inspiraciones divinas, vía obispados católicos.
No nos olvidemos que el pacto era sobre como cumplir las reiteradas sentencias que obligan a la devolución de los bienes (113 obras de arte religioso procedentes de diversas parroquias oscenses) a Aragón.
#3 Todo eso es muy bonito, y tiene algo de sentido, pero en otro país libre y democrático como Aragón se están utilizando los cauces legales actuales, y no los ideales o quiméricos, para reclamar el derecho que le asiste, lo que es suyo, y no otro tipo de poderes más utilizados por otros paises, como la presión económica, política, social o mediática, o directamente, el compadreo.
¿Que estaría ocurriendo si fuesen obras arrancadas, pignoradas o, simplemente originarias de parroquias de Lérida en un museo de Huesca?
¿alguien esperaba otra cosa?