Píldoras que aumentan el altruismo, tratamientos para la erradicación de pensamientos racistas o terapias que incrementan la capacidad empática hacia los habitantes de otros países.
¡Sí! Seamos amistosos y agradables gracias a la pastilla de la buena onda. Nada de tratar a los demás como seres humanos iguales a nosotros como resultado del razonamiento y la voluntad, ¿para qué si puedes dar eso y más gracias a una dosis de un fármaco? No solo eso, además de ser simpáticos seremos tan pacíficos que nos rebelaremos ante ninguna tiranía. Solamente a un terrorista con intención de sembrar el caos se le ocurriría que la gente no tomara la pastilla y quedara a merced de sus impulsos violentos.
Esta película ya la pasado por la tele y estaba clasificada en el género "distopía".
#2 con lo bien que hubieras quedado diciendo que es un libro ("un mundo feliz")... hubiera quedado culto.
De existir esta pastilla sería para hacerse tragar hasta la sobredosis a banqueros, políticos, mossos, empresarios despotas, dictadores, jefes hijosdeputa...
Y mientras no la inventen... oye, siempre nos queda la marihuana
#3 Ahora que lo dices, cuando leí la noticia tenía "soma" como estribillo mental...
#4 Es cómodo pensar que lo que no nos gusta de los seres humanos viene de fallas en los genes, desequilibrios en los neurotransmisores, padres maltratadores y un ambiente nocivo. Pero creo que la verdad es que los genes y el ambiente dejan un margen muy amplio para la decisión consciente. Una pastilla de la buena onda nos robaría esa "libertad de hacer el mal" o de "hacer el bien". Para quedar por culto, remito a la conversación entre Álex, el cura y eñ doctor en la "La naranja mecánica".
#5 No me refiero a eso, me refiero a auténticos enfermos mentales, de hecho en este planeta todos lo estamos un poco. En resumen, se trata de tener un mayor libre albedrío, ¿y cómo podemos tenerlo si hay fallos genéticos y de otro tipo que nos llevan a enfermedades mentales? ...
A mi eso de solucionar el problema a base de pastillas en vez de con educación me suena a lo que dice #7 control mental. No se trataría de hacernos la vida mejor, sino a tenernos bajo control y PUNTO.
Comentarios
O viceversa...
¡Sí! Seamos amistosos y agradables gracias a la pastilla de la buena onda. Nada de tratar a los demás como seres humanos iguales a nosotros como resultado del razonamiento y la voluntad, ¿para qué si puedes dar eso y más gracias a una dosis de un fármaco? No solo eso, además de ser simpáticos seremos tan pacíficos que nos rebelaremos ante ninguna tiranía. Solamente a un terrorista con intención de sembrar el caos se le ocurriría que la gente no tomara la pastilla y quedara a merced de sus impulsos violentos.
Esta película ya la pasado por la tele y estaba clasificada en el género "distopía".
#2 con lo bien que hubieras quedado diciendo que es un libro ("un mundo feliz")... hubiera quedado culto.
De existir esta pastilla sería para hacerse tragar hasta la sobredosis a banqueros, políticos, mossos, empresarios despotas, dictadores, jefes hijosdeputa...
Y mientras no la inventen... oye, siempre nos queda la marihuana
#3 Ahora que lo dices, cuando leí la noticia tenía "soma" como estribillo mental...
#4 Es cómodo pensar que lo que no nos gusta de los seres humanos viene de fallas en los genes, desequilibrios en los neurotransmisores, padres maltratadores y un ambiente nocivo. Pero creo que la verdad es que los genes y el ambiente dejan un margen muy amplio para la decisión consciente. Una pastilla de la buena onda nos robaría esa "libertad de hacer el mal" o de "hacer el bien". Para quedar por culto, remito a la conversación entre Álex, el cura y eñ doctor en la "La naranja mecánica".
#5 No me refiero a eso, me refiero a auténticos enfermos mentales, de hecho en este planeta todos lo estamos un poco. En resumen, se trata de tener un mayor libre albedrío, ¿y cómo podemos tenerlo si hay fallos genéticos y de otro tipo que nos llevan a enfermedades mentales? ...
#2 ¿Y si la mala onda fuese una enfermedad?...
A eso en mi pueblo se le llama control mental, aunque no sean exactamente las fantasías que nos contó la ciencia ficción.
A mi eso de solucionar el problema a base de pastillas en vez de con educación me suena a lo que dice #7 control mental. No se trataría de hacernos la vida mejor, sino a tenernos bajo control y PUNTO.
Cojonudo, encima unas pastillas, como si no fueramos aun bastante gilipollas. Y nos caeran mejor los banqueros y los politicos?
¡Por fin va a haber cura para la homosexualidad!