Tan tiernos nos hemos vuelto que parecemos gilipollas. Si antes el niño no tenía valor por sí mismo, sino sólo por el hombre que podría llegar a ser, se diría que ahora estamos en el extremo opuesto: el niño es el valor absoluto, y el hecho de que un día vaya a convierte en adulto es poco menos que un mal inevitable.
Verdad grande como una casa. Se ha pasado al otro extremo que, como el anterior, es malisimamente malo. Es algo dicho y escrito ya muchas veces pero que no deja de ser cierto: Los adultos de hoy somos los últimos que hemos tenido miedo de nuestros padres y los primeros que tenemos miedo de nuestros hijos.
Excelente aporte, me entró una nostalgia tremenda. Me llevó a la niñez, la adolescencia y hasta me hizo sentir viejo!
Como han cambiado los tiempos, casi no se da cuenta uno. Vamos tan aprisa.
Es el meneo más sincero y que sin dificultad he hecho aquí.
Grax!!
#5 no solamente quiero sino que debo, cuando puedo compartir mi vida con los crios, que otros ven cansones, bullosos, inaguantables, es que aprecio la vida de verdad verdad, cuanta energía en algo tan pequeñito, por eso la sabia sentencia de que siempre seremos niños, según a como nos sintamos por dentro.
Estando chicos queremos crecer, crecidos nos da nostalgia y buscamos esa niñez perdida, ahhhh.... hijos, sobrinos, ahijados, y vamos envejeciendo, no resignados sino completos, y donde buscamos la infancia? Pues creo que en los nietos.
Tonces si, termina uno idolatrando a los guambitos carambas!
Sabes algo? Cuando entro en esta noticia, me da como un relaz muy rico!
No sé qué decirte... A la adolescencia se le ataca: el botellón, las drogas, la violencia juvenil y los conductores de ciclomotores son blanco de polémica todos los días. Pero los niños son perfectos, ejemplo a seguir, inocencia inmaculada.
Comentarios
Verdad grande como una casa. Se ha pasado al otro extremo que, como el anterior, es malisimamente malo. Es algo dicho y escrito ya muchas veces pero que no deja de ser cierto: Los adultos de hoy somos los últimos que hemos tenido miedo de nuestros padres y los primeros que tenemos miedo de nuestros hijos.
Excelente aporte, me entró una nostalgia tremenda. Me llevó a la niñez, la adolescencia y hasta me hizo sentir viejo!
Como han cambiado los tiempos, casi no se da cuenta uno. Vamos tan aprisa.
Es el meneo más sincero y que sin dificultad he hecho aquí.
Grax!!
#5 no solamente quiero sino que debo, cuando puedo compartir mi vida con los crios, que otros ven cansones, bullosos, inaguantables, es que aprecio la vida de verdad verdad, cuanta energía en algo tan pequeñito, por eso la sabia sentencia de que siempre seremos niños, según a como nos sintamos por dentro.
Estando chicos queremos crecer, crecidos nos da nostalgia y buscamos esa niñez perdida, ahhhh.... hijos, sobrinos, ahijados, y vamos envejeciendo, no resignados sino completos, y donde buscamos la infancia? Pues creo que en los nietos.
Tonces si, termina uno idolatrando a los guambitos carambas!
Sabes algo? Cuando entro en esta noticia, me da como un relaz muy rico!
Más que a la infancia, a lo que se idolatra hoy en día, es a la adolescencia...
No sé qué decirte... A la adolescencia se le ataca: el botellón, las drogas, la violencia juvenil y los conductores de ciclomotores son blanco de polémica todos los días. Pero los niños son perfectos, ejemplo a seguir, inocencia inmaculada.
#3, gracias por tu comentario, de verdad lo agradezco. Para mí ale más que 500 meneos. Si quieres aportar algo en el blog serás más que bienvenido.