Publicado hace 15 años por adriano a antesdelascenizas.blogspot.com

En la modernidad sólida el individuo era un ciudadano, sometido a lo público; pero en la modernidad líquida el individuo es un consumidor que exige un producto que colme sus necesidades de identidad. El individuo es ahora un cliente que siempre tiene la razón y ¡ay1 del político que no se la dé.El estado tiene que buscarme casa y trabajo, o pagar la hipoteca que contrate.., etc. El Estado no es de derecho, es de bienestar. Ahora los políticos contratan asesores de imagen, y contabilizan los votos como clientes a los que hay que satisfacer.