Hace 13 años | Por --190406-- a elpais.com
Publicado hace 13 años por --190406-- a elpais.com

Durante casi un año, desde mayo de 2009 hasta abril de 2010, uno de los mayordomos de Lilliane Bettencourt, la mujer más rica de Francia, sirvió el té y recogió la mesa con una pequeña grabadora escondida en el forro de la chaqueta y registró muchísimas horas de conversaciones privadas. No son conversaciones cualesquiera y ahora, de carambola, amenazan con desestabilizar al Gobierno de Nicolas...

Comentarios

D

Me parece estupendo que los mayordomos denuncien a los millonarios defraudadores, valga la redundancia.

arameo

Esta mujer desciende de una familia colaboradora con los nazis en la II guerra mundial y que a día de hoy todavia no se sabe como salieron sin un rasguño.