“Fernando Martín era como los jugadores de ruleta”, comenta uno de sus antiguos socios. “Apostaba al rojo, ganaba, doblaba el dinero y lo apostaba de nuevo todo al rojo. La bola siempre caía en su casilla. Llegó a acumular más fichas que nadie. Hacía torres con ellas. Era un hombre desafiante y con suerte. Hasta que compró Fadesa. Ese día salió negro y lo perdió
Comentarios
¿No os pasa que oír nombres tipo "Martinsa-Fadesa" suena a ladrillazo y especulación? Porque a mi si...
Parece que el Martín ese, se haya pagado un anuncio en "el confidencial".
Es un especulador, pero leyendo el artículo parace "el hombre hecho a si mismo" jajajajaja