Hace 12 años | Por manona a elperiodico.com
Publicado hace 12 años por manona a elperiodico.com

Y la plaza se convirtió en cadena. Una cadena sin cierre ni ataduras. Sin más poder que la fuerza del vínculo. Quisieron romperla y miles de eslabones se unieron para expulsar al grillete. Eslabones de aquí y de allá. Eslabones hartos de sentirse atrapados y engañados por aquellos que aseguraron protegerlos.