A Luisa, una de las viajeras del tren que explotó en Atocha, la despidieron de la empresa en la que trabajaba como teleoperadora porque no puede ejercer sus funciones debido a la sordera que le provocó el atentado. Diez años después del calvario al que ha sido sometida por mutuas y aseguradoras confiesa estar "completamente desamparada, desesperada y, sinceramente, sin ganas de seguir luchando: estoy agotada". Ni las instituciones ni los tribunales han solucionado en diez años los errores de la mutua en el tratamiento de Luisa.
Comentarios
Es increíble...me he quedado sin palabras: "diez años de errores". Esto sólo puede ocurrir en España. Qué lástima de país! Que muchas de las personas que sufrieron aquél día, tengan que estar en estas situaciones todavía, es inadmisible...cada vez hay menos seriedad, pero sobre todo, menos humanidad.
hipocresía y cinismo, mientras todos nos lamentamos y solidarizamos con estas victimas, la verdad es que las compañías y algunos políticos sólo miran su interés, si, públicamente también esta con las victimas, pero a la hora de la verdad no se cortan en arrojarlas a la calle aunque sus problemas vengan de ser victimas. esto es España.
Y aún después de 10 años todavía tenemos que seguir escuchando, en días como hoy, y con casos como este, a los políticos de turno, argumentar lo de 'y tú más'. Los culpables materiales de los atentados fueron unos, pero hay otros que no han pedido perdón aún por el 'juego político' de aquellos tiempos.
Hoy día de grandes homenajes, pero hay otra realidad para las víctimas del 11M