Hace meses, un grupo de voluntarios y vecinos pusieron en marcha un proyecto experimental denominado "Ésta es una plaza" para rehabilitar un solar de Lavapiés que llevaba más de 30 años vacío. Lo limpiaron, montaron campos deportivos, un teatro y plantaron un huerto. Al poco tiempo todo fue arrasado por una excavadora y lo que por unos días fue un espacio urbano recuperado como zona verde, fue clausurado por el Ayuntamiento que, tras las protestas de los vecinos, les ofreció quedarse con la mitad del terreno. Aún están esperando.
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Ahí tenemos una muestra más de cómo las instituciones trabajan por aquello que interesa a los ciudadanos. Como dice una de las integrantes del proyecto, lo que más llama la atención es la agresividad con la que reaccionaron en el ayuntamiento, arrasando todo. Iniciativas de este tipo son muy necesarias para que nos vayamos acostumbrando a que si no aprendemos a organizarnos y trabajar por lo que queremos no lo van a hacer aquellos que están cómodos en sus despachos y únicamente trabajan para quedar bien con grandes empresas olvidándose que su labor es para con los ciudadanos.
#1 Estamos hablando del ayuntamiento de Madrid, una institución que no se caracteriza precisamente por su delicadeza a la hora de afrontar cualquier cuestión, y cuya lamentable labor es especialmente deplorable cuando trata temas como el urbanismo y el bienestar de los ciudadanos.