En lo más lejano de mi memoria hay oscuridades nocturnas anteriores a la omnipresencia de la iluminación eléctrica. Recuerdo bombillas débiles en algunas esquinas y lámparas con pantalla metálica colgando de cables tendidos a través de las plazas, moviendo juegos de grandes sombras y claridades rojizas cuando las agitaba el viento en las noches de invierno. Recuerdo ir bien abrigado en brazos...