(...) Ganó aquel torneo, dejando atrás a los mejores jugadores del mundo. Estoy seguro de que no me lo tomaría a mal si lo menciono: lo hizo en estado de embriaguez. Tuve que ayudarle a acercarse a su mesa de juego, porque antes se había emborrachado en el bar del hotel. Unos años más tarde le reñí por haber descuidado tanto de su salud. Yo acababa de dejar de fumar y le insistí en que debería hacer lo mismo. Me sonrió y dijo: "Ah, ¿pero piensas que la vida merece la pena, si tienes que preocuparte por tantas cosas?"
Comentarios
Probablemente el jugador más espectacular del siglo XX. Y el más valiente de su época, a la hora de arriesgar, sacrificando material en posiciones nada claras, confiando en su legendaria habilidad para "sacar hipopótamos de pantanos"... o dejar que se ahoguen... jejeje...
Lo del hipopótamo y el pantano los que no hayan leído sobre Tahl no lo comprenderán; se explica en muchos sitios (yo lo leí hace años en una autobiografía de Tahl), por ejemplo la anécdota aparece aquí: http://www.tabladeflandes.com/frank_mayer/frank_mayer143.html
#1 Qué curiosos son los caminos del pensamiento... La razón es una cosa curiosa... Quizás no sea el camino sino la forma de abrir caminos en el pantano de lo irracional...
Tal tiene jugadas tan... Sorprendentes, que uno sólo puede lamentar su incapacidad para comprenderlas y disfrutarlas plenamente...
Cuando Benko se puso gafas oscuras para evitar que Tal lo "mesmerizara", (que tal era la fama que llevaba), Tal sonrió poniéndose otras iguales...
El juego no está en el tablero...
Un grande Tal, me quedo con la frase del propio Tal: "Hay dos clases de sacrificios: los correctos y los míos"