Lo principal en la vida de Kant era su rutina. Su existencia, al margen de su pensamiento, fue ni más ni menos que la de un autómata. Cada día de su vida era exactamente igual al anterior segundo a segundo. A las dos y diez pasaba por delante de la charcutería, a las dos y trece, por delante de la relojería. Su puntualidad era tal, que el mismo relojero ajustaba la hora de sus máquinas guiándose por su paso. Cualquier modificación o desvarío fuera de lo habitual lo desconcertaba tanto que le impedía pensar durante el resto del día.
Comentarios
Si Kant leyera semejante "desbario" se pegaba un tiro.
#1 O quedaba "molificado" de por vida.
#1 y #2
Corregidas. #0 Presta atención a los comentarios (cc #3 )
#4 No no, si el problema no es en realidad que lo haya puesto mal #0 al copiarlo en la entrada, el problema es que está mal en lo enlazado
.
#5 Hombre, esas dos son de las de "mis hogos" y como la entrada no se puede rectificar...
Me dijo un profesor en el instituto que Kant hacía todos los días la misma ruta y pasaba por delante de los mismos establecimientos a la misma hora, excepto un día de 1789 que se quedó en casa esperando noticias de la revolución francesa.
#9 Has dicho antes de escribir, no antes de lo que hacía antes de escribir, a mí no me líes
.
La puntualidad de Kant es un tema que yo creo que ha oído aunque sea de lejos todo el mundo, aún quien no sabe muy bien quién fue Kant y el post del blog es poco más que eso (un párrafo de tres líneas más). Además, como venía a comentar también y ya han dicho, con lo perfeccionista que era Kant para todo (no sólo con la puntualidad) si leyera semejante errata ("molificado") y semejante falta de ortografía doble ("desvarío") encima en algo que hablara sobre él sí que es probable que le hubiera dado un ataque. Completamente irrelevante.
y a ver quien sabe que hacía antes de escribir?
#6 Coger los útiles de escritura, una pluma y un papel probablemente
.
#8 antes de esto