Tanto y tanto se ha hablado, durante los últimos dieciocho meses, sobre la reforma del mercado de trabajo, que todos conocemos, en mayor o menor medida, las diversas propuestas que se han planteado sin que hasta el momento ninguna haya obtenido, si exceptuamos los acuerdos sobre los salarios para los próximos tres años, el consenso necesario entre patronal y sindicatos que pueda ayudar a mitigar los efectos de la crisis y por ende, los del desempleo y el cierre de empresas.
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Para que mejore la productividad, la gente tiene que llegar descansada al trabajo. No se puede rendir si se sale de casa a las 8 de la mañana y se llega a las 8 de la noche. Se necesita por tanto, en primer lugar, máxima vigilancia con no sobrepasar las horas laborales. En segundo lugar, retrasar el horario de cierre, y hacer como los países normales de nuestro entorno, que cierran a las cinco.
En tercer lugar, modificar los hábitos que han ido adquiriendo los españoles, en su reciente y progresiva exaltación del panderetismo y pachanguerismo. Cuando yo era niño, se cenaba a las ocho y media; hoy se cena a las diez e incluso a las once. Como después viene la sobremesa, el descansito, recoger las cosas y acostarse, el resultado es que la gente se va a cama a las doce o a la una, para levantarse a las siete u ocho. España es el país de Europa que menos duerme, claramente por debajo de las hora mínimas necesarias. Así está el país, con la malfollá generalizada y sin rendir un pijo.
Para esto es absolutamente necesario, en cuarto lugar, que los españoles dejen de hacer ruido. Buena parte de los hogares en España aguantan ruido de la calle, porque en España se asume con total naturalidad que el derecho a montar jaleo por parte de los alcohólicos adolescentes está por encima del derecho del resto de la gente a descansar en sus casas. Así se entiende que la única acción colectiva y de significación política que han sido capaces de hacer los «ninis» han sido los penosos botellones colectivos con los que hace unos años quisieron reivindicar su «derecho» a emborracharse en la calle, acción colectiva que no se les ha ocurrido ni para protestar por la estructuración económica de España ni por la basura de educación que estaban recibiendo, todo lo cual da indicio del nivel de patetismo en que estamos sumergidos.
En resumen: cierre de horarios más temprano, control de las horas extras, menos charanga y menos ruido nocturno. Sólo con cualquiera de estas cuatro cosas, ya se notaría algo, y con las cuatro se notaría mucho.
#1 no estoy de acuerdo que esas sean causas principales de la baja productividad. La baja productividad viene dada por dos cosas:
1. Mal estudio de las necesidades de la empresa. Como contratar a gente poco cualificada simplemente porque estan a favor de cobrar una mierda.
2. Poco incentivo por parte de empresarios. Debería fomentarse los pluses al suelo por objetivos en practicamente cualquier empresa. Por ejemplo una academia privada, el empresario puede hoy en dia (en tiempos de crisis) proponer un salario base incluso el minimo, pero luego aumentar un bonus de sueldo hasta +100% si consigue que X nuevos alumnos se mantengan dando clases al menos 6 meses.
La gente por lo general, cuando lo hacen fijo ya esta pensando en la manera de tocarse los cojones el mayor tiempo posible... hay que cambiar eso con penalizaciones al sueldo previo-contrato.
#2. Tienes razón. Yo iba en mi comentario a cosas urgentes que pueden ser de regulación rápida, y de paso (confieso) a rajar un poco de la deriva cultural que está teniendo España. Desde luego los problemas de España son estructurales, y yo incluiría un sistema educativo que tiene una nula integración con el mercado laboral. Esto es central en dos sentidos: por un lado, en cuanto a los desajustes entre las necesidades de las empresas y lo que los centros educativos proveen. Por otro lado, en cuanto a la formación. Claro que esto no va a cambiar de la noche para la mañana.
(Para que cambiase lo primero sería tener conciencia del problema, y no parece que la sociedad, en general lo tenga.)
No os olvidéis de la jornada continua.
Mi jefe nos ha rechazado varias veces la propuesta de realizar la jornada de 7:00 a 15:30 continuadas con un descanso de 20 minutos. La jornada actual es de 08:00 a 13:00 y de 15:00 a 18:00.
De ese tiempo, los primeros 15 o 20 minutos los dedicamos a preparar el trabajo y la herramienta; y 15 minutos antes, a recogerlas, limpiarlas, engrasarlas, guardarlas, etc.
Con la jornada continua habría que hacerlo solo una vez.
Sin contar con el poco rendimiento que tenemos con el sopor de la digestión al reanudar el trabajo después de comer.
Entiendo que hay trabajos de atención al público donde no es posible esto, pero en la industria es mas que factible.
Porque lo que los empresarios palurdos que tenemos valoran es el presentismo, da igual que estés hasta las 8 de la tarde mirando el techo sin dar palo al agua mientras estés ahí como un maniquí, serás muy valorado y bien visto por tu empresario palurdo de turno.
Eso sí, si eres de los que curras, que a las 5pm ya tienes todo resuelto y pretendes irte a tu hora, estarás muy mal visto y poco valorado por el empresario palurdo porque ¿cómo es posible que estés deseando irte a tu casa en lugar de quedarte en tu puesto mirando el techo?, mira tu compañero, no tiene prisa, le encanta estar aquí, se entrega a su trabajo, se sacrifica por la empresa....