Al enterarnos de que el gobierno israelí aceptaba el canje de uno de sus soldados por mil presos palestinos, muchos pensamos que habíamos escuchado mal. Desde luego, no es esa la actitud habitual de Israel ante los chantajes ni tampoco su modus operandi frente a sus vecinos. Sin embargo, tras pensarlo un poco, no resulta tan extraño como parece y hasta parece una decisión lógica y coherente con sus políticas habituales.
No es la primera vez que Israel intercambia prisioneros por secuestrados.
De hecho hace unos años intercambió unos cuantos palestinos (no recuerdo el número) por los cadáveres de dos soldados.
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No es la primera vez que Israel intercambia prisioneros por secuestrados.
De hecho hace unos años intercambió unos cuantos palestinos (no recuerdo el número) por los cadáveres de dos soldados.