Hace 10 años | Por nexus5 a heterodoxia.info
Publicado hace 10 años por nexus5 a heterodoxia.info

Desde hace bastante tiempo se tacha a este blog de subversivo, idealista, criticón, poco centrado en la realidad, en fin de inmaduro; por lo que hemos pensado que ha llegado el momento de afrontar la realidad, crecer, madurar y ofrecer a nuestros lectores la oportunidad de integrarse al sistema imperante en estos días, es decir la extracción de una renta a la sociedad sin aportar mayor cosa a cambio. En vista de esto hoy os ofrecemos la primera entrega de una larga serie de manuales de cómo operar el cambio, ...

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llamamepanete

Ni todos los consultores se llaman "Borja María Sáenz-Villamir de la Minglanilla", ni toda la consultoría consiste en vender humo. Me parece un artículo que como "ocio, humor" puede tener su gracia (yo soy el primero que se ríe de algunas partes de este mundo), pero que querer pasarlo por "actualidad, economía" es llevar las cosas un poco demasiado lejos.

Los servicios de consultoría, en mi opinión, despojados de "polvo y paja" son algo necesario en toda organización de cierto tamaño, porque es importante y fundamental contar con la opinión de un tercero que cumpla los siguientes requisitos: independencia, conocimiento y dedicación a la búsqueda de una solución.

¿Por qué? Básicamente porque cuando estás liado en el día a día de una empresa, pierdes atención a muchas áreas, adquieres vicios, te centras en tus principales problemas y soslayas otros, a la hora de dar soluciones no siempre elijes la mejor "racionalmente", sino que optas por la más "cómoda" en ese momento, etc, etc.

Y precisamente el consultor debe ser esa persona que le diga a la empresa:

a) Primero, lo que en base a la información de la que se dispone y siguiendo criterios racionales es mejor elegir para solucionar un problema dado.

b) Aquellas cosas que no quiere escuchar.

Que a la consultoría también ha llegado el mamomeo y el "ancha es Castilla" en los tiempos del burbujismo, obviamente, no ha sido ajeno. Pero ya digo, que ni todos los consultores se llaman "Borja", ni todo en la consultoría es humo.