Dentro de una tienda Ikea no puedes evitar entrar en un estado de perpetua complejidad: estantes repletos de cajas aplanadas marrones etiquetadas con nombres y códigos aleatorios, una linea amarilla que te lleva inexplicablemente por habitaciones cuando lo único que querías comprar eran unos utensilios de cocina. Luego, sólo cuando tu temperatura emocional se ha visto incrementada y puedes sentir un picor de pánico alrededor de tus oídos, te enfrentas a la versión Ikea de atención al cliente...
Comentarios
Yo por ver si encuentro la puta salida!
#2 No puede ser. Seguro que era porque ibas sin dinero ni tarjetas. ¿Ni siquiera una vela?
Me ha encantado lo de "si no sabes dónde estás, ¿cómo vas a saber a donde quieres ir?" y así estás, deambulando de un lado para otro.
Solo he ido una vez a Ikea. Y no más. Que agobio buscando la salida.
Yo he salido del IKEA sin comprar nada.
En mi caso siempre he acabado robando lapices de mas y rellenando como un loco el vaso con cocacola en la zona de comida
Yo cada vez que voy me gasto unos 100€. Ppr eso hace meses que no voy.
#4 Nada de nada. Pero me costo lo suyo no te creas.
Está el complicado pero útil sistema de seguir las flechas... Y yo he entrado con una lista "de la compra" de valor 1600€ y he salido con muebles por valor de 1600€. No es tan dificil.