Friedrich Reck no es un héroe. No mató a Hitler cuando pudo hacerlo y pasó su vida tratando de mantener sus privilegios de clase. Había estudiado medicina pero nunca se sintió motivado para entregarse al ejercicio. Con dos breves suplencias descubrió el campo de los diagnósticos erróneos y el riesgo de la profesión. Tenía 27 años de edad, era padre de familia y encontró en las haciendas de su padre el mejor remedio para una vida sin preocupaciones como rentista.
Comentarios
Interesante articulo, esta bien que se profundice tambien en la alemania nazi sufrida por los mismos alemanes que no lo eran, creo que buscare ese libro
""Si hoy el señor Göring ordenara proclamar a uno de sus perros de caza rey de Baviera con el adecuado estrépito de tambores... creo que este pueblo, ayer aún tan celoso de su singularidad y de su oposición a las termitas del norte de Alemania, gritaría ‘¡Viva!' y rendiría homenaje a un chucho", anota en octubre de 1942." El estrépito de tambores continúa.