Carlos Boyero reflexiona sobre la facilidad que tiene algunos políticos para asegurar la honradez de sus correligionarios, cuando él no pondría la mano en el fuego por sí mismo.
Poder político y honradez en una misma persona es como agua y aceite en este país (no digo que en otros no pase).
Mis profundos respetos y admiración a los que sí lo son.
Comentarios
Casi es más largo el titular que la introducción.
#1 Sí. La verdad es que no quería caer en el sensacionalismo y esa frase suya era un buen resumen del artículo.
Poder político y honradez en una misma persona es como agua y aceite en este país (no digo que en otros no pase).
Mis profundos respetos y admiración a los que sí lo son.
saberse corruptible es el primer paso para no corromperse
#4 y decirlo a un periodico seguro que lo "liberó" de mayores intenciones