En Vilariño de Conso urgen niños. Con 2 sería suficiente, pero el pueblo se ha armado de recursos —solidarios— para recibir una avalancha que llene las calles, y el acuerdo de reagrupamiento escolar de la Consellería de un barullo que espante todos los numerus clausus. Para impedir el cierre del colegio—le faltan 2 alumnos para garantizar su permanencia— el pueblo busca niños. Ofrece viviendas a parejas o mujeres con dificultades —pero con hijos—, a inmigrantes sin papeles —pero con niños— o a familias con pocos recursos y niños menores de 11
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Y Vilariño de Conso es un ayuntamiento relativamente rico, gracias a tener la fortuna de contar con varias presas hidroeléctricas en su territorio. Vía impuestos, el ayuntamiento tiene un amplio presupuesto. Pero el aumento de población a base de regalías es bastante artificial; no sé si tendrá futuro. Porque a Vilariño de Conso, se sumarán Montederramo (un cole en extinción), San Xoán de Río (sin colegio desde hace unos años), Chandrexa de Queixa (ídem), Parada do Sil, A Veiga, Larouco... suma y sigue. Pueden ser un par de docenas de ayuntamientos (o más) con colegios cerrados o a punto de cerrar por carecer de niños.
Pero las reformas estructurales, la vertebración del territorio, conseguir que vivir en el rural sea de verdad interesante para la población... para eso no hay solución. Políticos mediocres es lo que nos sobra en el país.
Por un módico precio le lleno el pueblo de familias con niños.
Los gitanos expulsados del asentamiento de penamoa.