“La textura y el sabor (de los genitales equinos) son muy buenos. También es bueno para la salud”, señala Xiao, quien aprendió a preparar órganos masculinos a los 13 años, heredero de un arte familiar que se remonta a varias generaciones. Los órganos, provenientes de las tierras más recónditas de Asia, son picados y presentados sobre un colchón de lechuga en un elaborado recipiente de cristal.
Comentarios
Y está es la forma socialmente aceptada de convertirse en un soplapollas (ya se sabe que les gusta la comida muy caliente).
Estos chinos son la hostia, ya hay que tener ganas de comer polla...
Criadillas.
De lo que se come se cría...
Como dice #3 en España se llevan cientos de años cocinando de mil formas y comiendo criadillas y demas casqueria, y nadie pone el grito en el cielo.
Otra cosa es ya la fantasia que tienen algunos de que si comes pene te crece el vigor sexual, que lo veo una gilipollez.
Sensacionalista!!! yo jamas he comido esas asquerosidades y la mantengo como brazo de mendigo!!
Nunca mejor expresado lo de la gilipollez #5
¿ y como es mantenerla como brazo de mendigo? ¿al aire libre? ¿sin lavar? ¿flaca? ¿con hambre? :o #6
#8 Erguida y tensa