Pablo Soto es uno de los grandes desarrolladores del p2p y el centro de las iras en España de una industria que lucha contra su reconversión. Luchador, autodidacta, positivista, flaco y con grandes ojos azules, confiesa que hace años se planteó una vez si podía estar haciendo daño a un mundo —el de la música— que ama, pero que tras conocer a Lessig se le despejaron todas las dudas.
Si de verdad estuvieran convencidas las discográficas no hubieran denunciado a una sola persona, si no a todo colaborador, creador, etc...
Lo que no entienden es que hace 10 años de Napster, el p2p es lo que intentan controlar, pero ya existe el peer to mail, las descargas directas, los ftp, el p2p encriptado y lo que es obsoleto es su forma de negocio, como ya se encargan de demostrar (cada vez más) los músicos.
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Si de verdad estuvieran convencidas las discográficas no hubieran denunciado a una sola persona, si no a todo colaborador, creador, etc...
Lo que no entienden es que hace 10 años de Napster, el p2p es lo que intentan controlar, pero ya existe el peer to mail, las descargas directas, los ftp, el p2p encriptado y lo que es obsoleto es su forma de negocio, como ya se encargan de demostrar (cada vez más) los músicos.