El sonido de la hélice es imposible de olvidar. Debajo de la piel de David, el rotor gira, gira y se enrosca en sus entrañas. No le pidan a David Doda Bangoura (25) que se dé el pequeño lujo de prescindir de ese sonido. No puede: lo tiene dentro del alma. Entre la sed y el hambre, las esperanzas y la desesperación. Los más de 20 días cruzando el mar en un pequeñísimo habitáculo seco entre el timón y el casco (bracage, dice) dejan para siempre cosas en la cabeza.
Comentarios
esto es salir de Guatemala para meterse en Guatepeor
#1 Sobre todo cuando en argentina le asevere el listo de turno que es un flipado, que lo que ha hecho es imposible.
No os creais que es algo nuevo, los polizones sobre el timon en los grandes barcos es algo de muchos años, las tripulaciones lo saben y suelen "pasar" del tema, ya se caeran... eso si, cuando llegan a un puerto revisan si queda alguno por que como lleguen a puerto y uno salte al agua les pueden denunciar/multar por traer inmigrantes ilegales (por eso revisan, si quedan vivos pues se les sube y se les entrega a las autoridades). Mi padre trabajaba en los remolcadores y veia los "soportes" donde se habian quedado, mantas, bidones, ect, encima del timon y muchos de esos barcos al llegar a puerto no "declaraban" nada... vamos que se habian caido por el camino los habían tirado...
Ahora es mucho mas dificil, por que generalmente se hace una inspeccion al salir del puerto buscandolos y tirandolos con agua presión o similar.
#3 Pues que yo sepa en Argentina no se tratan a los imigrantes así, sino como a David Douda.