Cada día que pasa, más de 1.300 iraquíes cierran a cal y canto sus hogares, sitos en áreas donde su comunidad religiosa o étnica es minoría, y emprenden el exilio, en el interior o en el exterior del país, tras percibir un peligro inminente para sus vidas.
Otro de los efectos, del que hasta ahora no se ha hablado mucho, de la invasión de Irak por petróleo.
Los de "daños colaterales" habría que intentar explicárselo a los que sufren los conflictos, este más concretamente, a ver si lo entienden.
Tanto si se quedan como si se van, sus vidas están en peligro inminente. Son los llamados "daños colaterales" de toda guerra. Las guerras, todas estúpidas, necias y absurdas, tienen eso: los gobernantes las deciden y ponen las armas y los soldados. Los gobernantes se hacen cada vez más ricos, entre los soldados hay cada vez más pobres, y quien más muere y lo paga es como siempre la sociedad civil.
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Otro de los efectos, del que hasta ahora no se ha hablado mucho, de la invasión de Irak por petróleo.
Los de "daños colaterales" habría que intentar explicárselo a los que sufren los conflictos, este más concretamente, a ver si lo entienden.
Tanto si se quedan como si se van, sus vidas están en peligro inminente. Son los llamados "daños colaterales" de toda guerra. Las guerras, todas estúpidas, necias y absurdas, tienen eso: los gobernantes las deciden y ponen las armas y los soldados. Los gobernantes se hacen cada vez más ricos, entre los soldados hay cada vez más pobres, y quien más muere y lo paga es como siempre la sociedad civil.