Para solucionar crisis carcelaria provocada por guerra entre reclusos que luchaban por obtener el control de una cárcel venezolana, los internos fueron trasladados a otros recintos penitenciarios. No fue un motin carcelario, sino una guerra entre pandillas que se disputaban el control de un territorio, y que dejó como saldo unos 16 muertos, entre ellos tres de los lideres de la pandilla que resultó vencida. La cárcel dónde ocurrieron los sucesos fue completamente desalojada.
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